viernes, 24 de noviembre de 2023

Hoohi ksmeten / El Refugio del Abuelo

                                                         DON SOL

Original Hemany

Propiedad Intelectual N°2022-A-8290





Estaba el señor Sol, muy altivo y orgulloso, luciendo su gran brillo queriendo impresionar, cuando de pronto, entre las nubes un murmullo creyó escuchar.






Si eran las estrellas que entre ellas comentaban…..-Don sol es muy apuesto, orgulloso e imponente, ¡que lástima que su brillo no sea tan potente!,¡Doña luna si que alumbra con su brillo nos enciende!-




Entonces el sr. Sol muy sorprendido, casi enojado, decidió investigar la situación y  escondido tras las nubes esperó el anochecer.



Espiando a doña luna con mucho enojo constató, que esta con su hermoso  brillo a las estrellas , una a una encendió.



 

Ella,  como de costumbre cada noche, amable y alegre apareció, sigilosa fue avanzando en el cielo, y a sus amigas estrellas saludó, y ante el asombro del envidioso sol a cada astro del firmamento iluminó.

          Cada estrella en el cielo, más que la otra brillaba, y con todas y cada una,                doña luna muy amable conversaba.

          Don sol, muy enojado a su casa regresó, y mientras las horas pasaban un                elaborado plan construyó.



         A la mañana siguiente esperó que doña luna se durmiera y escondido entre           las nubes hasta su casa llegó, entrando a escondidas su brillo sin pensarlo               más, robó. Rápidamente se lo puso y hacia el cielo feliz corrió.



          ……..¡¡¡Todos los astros se escondieron…y hasta las nubes evaporó!!!.



Don sol con asombro y tristeza descubría, que ninguna estrella iluminaba, y fue tal su furia cuando nadie en el cosmos lo miró que frustrado a su casa regresó.



Doña luna triste y derrotada esa noche apareció, y sacando fuerzas de flaqueza a las estrellas, aunque más pálidas igual iluminó.

Todos los astros la saludaron y a su nuevo estilo alabaron. 





Y estaba el señor sol escondido y frustrado. Mientras las estrellas muy fuerte comentaban: 





Don sol, al fin solo se quedó. ¿Quién quiere tanto brillo?, ¿Quién lo puede así admirar?.

Eso le pasa a los tontos envidiosos que no saben lo suyo apreciar.



"Cuento ganador de  mención honrosa en concurso de cuentos para niños, convocado por el grupo literario Mare Magnum de Limache 1993"



viernes, 17 de noviembre de 2023

Hoohi ksmeten / El Refugio del Abuelo

 

                                     Sheyt la mujer lechuza


Original Hemany

Propiedad Intelectual N°2022-A-8290


Cuentan los antiguos, que, en aquel tiempo, en que nuestra tierra era toda de los hijos de padres y madres sagrados, de aquel tiempo en que no había diferencia entre el ser caminante, danzante, volátil y rastrero…en ese tiempo, dicen los hoowen que así sucedió, y así lo contaré.

Sheyt era pretenciosa y deseaba con todas sus fuerzas tener un chikol, por eso fue que volando salió del bosque y llegó al mar… posando sus patas en la orilla, rozó en sus plumas la suave espuma salina convirtiéndose en una hermosa mujer. Entonces Sheyt cantó y bailó para el mar que la miraba asombrado, y agradecido le regaló las más bellas cacacolas que ya estaban vacías, pues sus diminutos habitantes gustosos habían dejado sus conchitas para que Sheyt pudiera cumplir su sueño.

Fue así como Sheyt, mientras aún tenía su forma humana, hiló el más bello collar, su chikol era largo, brillante, con esos tonos tornasol que hacían alucinar a quien los viera. Entonces se puso su collar y salió volando entusiasmada y desconcentrada de la maniobra, pues, sólo tenía atención para ver brillar su chikol, el que, por ser muy largo, también pesaba más de lo que ella podía sostener. Feliz, iba cantando y riendo, danzando al compás de shenw…pero entonces shenw absorto por la danza locuaz de Sheyt se desconcentró y sopló y sopló mientras ella feliz giraba mirando el brillo de su collar, hasta que de un golpe al suelo fue a dar…

Cayó agotada en medio de la turba y con el peso del chikol no pudo sus alas desplegar, sintió tal cansancio y al frío del lodo comenzó a reaccionar, sus plumas mojadas en mujer la convirtieron y con tal peso la turba no pudo sostenerla, ella sin asombro ni miedo simplemente mirando su collar se dejó llevar.

Dicen que el cielo se puso triste, y que la lluvia empezó a espesar, la nieve cayó mientras el canto de Shenw aún se podía escuchar.

Cuentan los antiguos que ella se unió a la turba como si fuera parte de ella, y en un eterno letargo, descansó mientras aún se podía escuchar los últimos suspiros melodiosos convertidos en canción.

 Cuentan los hoowen que cuando canta Sheyt, la nieve se aproxima para recordarnos que ella aún permanece en el fondo de la turba, cuentan que cuando ha caído mucha nieve y aparece el sol, se puede ver el reflejo de su chikol en medio de la turba, dicen los hoowen que sólo lo pueden ver aquellas mujeres que no temen al frío y a la nieve, ni al canto de Sheyt.







 





Hoohi ksmeten / El Refugio del Abuelo

                                       LAS FLECHAS MÁGICAS

Autor : Hemany         Inscripción Propiedad intelectual  N° 2022-A-8290


Así lo contaban los antiguos, así es como lo aprendí, y así es como yo lo cuento.  Una vez hubo un harowen en el que dejaron de hacer el tary porque los tiempos cambiaban, y el koleot invadía todo el territorio que habitaba el Selk’nam desde que la memoria es memoria, tomaban todo a su paso, devastaban la tierra, cortaban los árboles, perseguían al guanaco, incluso, querían adueñarse del conocimiento y de las flechas de los hombres.

Pero habían flechas que no eran visibles a los ojos del koleot ,ni de los hombres ni mujeres, pero telq’  las sentía a lo lejos, él sabía que iban a gran velocidad, conocía su silbido al cortar el viento cuando hoohi, su abuelo las lanzaba, y su corazón brincaba como guanaco en estepa libre, corriendo por salvarse de ese certero flechazo… pero estas, eran diferentes, eran mágicas, iban directo al corazón de la ballena que se sacrificaba por los hombres, después de todo, antes ella también fue parte del harowen y no lo olvidaba,






Hoohi no dejaba de cantar al son del viento, mientras la garuga amenazaba en convertirse en lluvia, pero a él parecía no importarle, estaba cantando, se le veía, se le escuchaba, más no se le sentía, estaba lejos, y su canto parecía llegar a las estrellas, mientras buscaba en el infinito con sus flechas invisibles a esa ancestral ballena que sacrificaría su cuerpo para que sus hermanos en la tierra puedan seguir con vida.

Telq’n, el niño lo observaba y emulaba todos sus gestos y movimientos mientras el anciano, detenía su canto de cuando en vez para lanzar las flechas, hasta que una de ellas dé, el golpe certero que traería consigo a una ballena a la orilla. Luego harían fuegos para invitar a todos los harowen de karokynká, a todos los que puedan verlo. Llegarían a disfrutar de la fiesta de la abundancia.

El pequeño no tardo en entender y descifrar el tary que llevaba su abuelo para llamar a la ballena sagrada, y quiso ser un xo’on más poderoso que su abuelo, le preguntaba y el abuelo tiernamente contestaba, era tanto el interés del niño, que el abuelo sintió que debía empezar a instruirlo en el conocimiento de los hoowen, pues ya tenía edad suficiente para demostrar que tenía las capacidades de aprender y seguir con la tarea cuando él ya no esté.

Con tanto afán practicó cada día las enseñanzas del abuelo, que con el tiempo se sintió listo, y tan grande eran sus ganas de demostrar que era más poderoso que el xo’on del harowen, que su ansiedad empezó a cegarlo, hasta que, en una entrada de invierno, cuando todo el haroowen debió marchar arrancando del koleot, y la carne empezó a escasear, debieron hacer campamento y los hombres salir de caza, siguiendo el paso del yoowen, el xo’on, para ir previniendo los peligros y proteger de la magia oscura del koleot a los cazadores, salió con ellos. -Cuida en mi ausencia la salud de la familia-, encargó hoohi a su aprendiz, y él con fastidio por no haber sido aun considerado hombre, sintió que su labor era menos importante. Solo asintió en silencio mirando la turba que se esponjaba a sus pies.

En cuanto los cazadores se perdieron en la espesura del bosque Telq’n corrió al kawe del xo’on, saco parte de los materiales que encontró para preparar el tary sagrado de su abuelo, y corrió en sentido contrario al de los hombres, hacia aquel monte desde donde el xo’on llamaba a Tanw, la ballena sagrada.




Cogió la pintura y comenzó a dibujar en su rostro y cuerpo el tary mientras salía, desde su propio diafragma el Ho, ho ho hooo ho ho…

En su corazón sabía que no estaba autorizado para llamar a Tanw , que los hombres habían salido a cazar y que la escasez mientras se desplazaban era normal, pues el koleot, no los dejaba asentarse como antes, ahora era normal caminar antes de tiempo, esconderse y que nada justificaba el invocar a la ballena sagrada, pero él quería demostrar su poder, quería ser el xo’on más joven, quería que reconocieran los mayores, que no necesitaba una iniciación, una prueba,  para demostrar que ya estaba listo para reemplazar a hoohi, el viejo xo’on

Ho, hooo ho hooo ho hooo, seguía cantando hasta que se vio a si mismo con el mismo tary que el abuelo usaba para invocar a las estrellas el poder de llamar a la ballena a la orilla y comenzó su canto. Repetía y repetía, invocaba y llamaba.

De pronto cayó la lluvia, más él no se detuvo, llegó a cantar Sheyt, casi sobre su cabeza, como anunciando malos tiempos y cayó la nieve, pero no se detuvo, estaba tan cerca que no detuvo su canto ho ho hoooo

El cielo oscureció tanto y el viento lo azotó contra un árbol, pero él no detuvo su canto y cuando ya estuvo listo saco las flechas mágicas y las lanzó cantando con más fuerza… ‘ochin hooo ho ho o’chin hooo

Fue tanta la fuerza que salió desde sus brazos que sintió cómo se incrustó aquella flecha en el cuerpo de la ballena y sintió miedo, pero ya no podía detenerse…ho ho ho… comenzó a tirarla con todas sus fuerzas, invocando a los ancestros, pero al terminar de tirar …se encontró de frente con los ojos enfurecidos de Tanw, el espíritu sagrado de la ballena, la ancestra estaba molesta, pues al no haber escasez en el harowen,  llamar a una ballena que se sacrifique por los hombres, solo por la vanidad de demostrar poder, era un muy mal acto que no correspondía a las enseñanzas de los antiguos.




Tanw enfurecida lo arrastró hasta el mismo mar en donde debía ver con sus ojos el sufrimiento de la ballena, hizo que sintiera su sufrimiento y que la acompañara durante su agonía. Fue tal el terror que sintió el niño que prometía jamás volver a usar el tary sin permiso, pero era tarde, prometió no volver a intentar ser mejor que su abuelo, pero era tarde…juró que nunca volvería a desear ser otra persona, se arrepintió de haber lastimado a la ballena y le pidió perdón, pero la ballena parecía seguir agonizando sin remedio, hasta que en medio de su arrepentimiento y dolor, se ofreció a morir en lugar de ella, le rogó a Tanw le permitiese tomar su lugar, solo entonces la tormenta pareció amainar….

Tres días después despertó con los cantos y el olor del asado…su cuerpo estaba débil y no pudo moverse, fue Hoohi, su abuelo quien le sostuvo la cabeza y le acercó la concha con agua para que bebiera, miró hacia afuera, la hoguera era gigante, todos cantaban reían y bailaban…la caza había sido buena, había abundancia¡¡




Qué pasó peguntó el niño… Hoohi con voz severa pero comprensiva, le dijo que, al volver de la caza, las mujeres lloraban porque él había desaparecido camino hacia el gran mar…te buscamos, solo el canto de la ballena que saltaba en el mar nos hizo mirar hacia la playa, allí estabas en la orilla, mojado y casi muerto.

El niño se incorporó y salió del kawe para reunirse con los otros niños, mientras el anciano le pregunta algo confuso…no te vas a quedar aquí para aprender una canción sagrada ¿para sanar?

El niño quedó pensando con la mirada en el infinito para responder, quizás cuando sea más grande, ahora voy a jugar con los otros niños abuelo, el abuelo lo vio salir y en su rostro se dibujó una sonrisa de agradecimiento.


Hoohi ksmeten / El Refugio del Abuelo

                        Shenw Original Hemany Propiedad Intelectual N°2022-A-8290 imágen de la web Cuando Ahne’n, un joven aprendiz de cazad...